La educación sensible: cooperar en masa a través del conocimiento de las fortalezas de cada individuo

La educación sensible: cooperar en masa a través del conocimiento de las fortalezas de cada individuo

20 de febrero de 2023 sensibil Comments Off

Que a todos nos quieran cortar con la misma tijera utilizando el mismo patrón es algo que nunca entendí muy bien del sistema educativo en la sociedad moderna. Y lo digo porque vengo de una familia de docentes. Enseñantes a todos los niveles. Y siempre que hay reunión familiar llegamos al mismo debate:

«Si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, pensará toda la vida que es un inútil».

Esta frase lo refleja todo. Determinar si una persona es “buena o mala” evaluando únicamente un aspecto de su desarrollo personal (ejemplo, el cognitivo) deja fuera de la puesta en valor muchos aspectos de su SER. Y esos aspectos pueden ser igual e incluso más importantes que su capacidad para memorizar o asociar conceptos. Y en el mismo orden de idea hablamos de aspectos conductuales. Por ejemplo, creer que el individuo que sigue a rajatabla todo lo que el(la) profesor(a) le dice, es “buen(a) alumn@” deja fuera características como la iniciativa para la cooperación, la solidaridad, la empatía o el positivismo.

 

Pero hay muchas cosas que están cambiando y esperamos que este siglo XXI traiga sin duda una revolución dentro de los sistemas educativos que tod@s nosotr@s podamos ver. Al menos en el entorno de PAS ESPAÑA es el aroma que se está respirando últimamente. Un aroma a cambio que incluye también aspectos de la EDUCACIÓN SENSIBLE dentro de las aulas, desde la más tierna infancia hasta niveles superiores. Es por ello que este año 2023 dentro de los 2º PREMIOS DE ALTA SENSIBILIDAD se hizo hincapié en el área educativa.  Y aunque queda aún camino por recorrer…, sin duda entre todos podremos llegar a encajar el rol que cada persona ha venido a desempeñar en este planeta y hacer posible el “salto evolutivo” del que tanto se habla.

 

En este “salto evolutivo” algo que nos encanta resaltar en los CURSOS DE PAS ESPAÑA es el ROL de cada persona; consideramos que es la manera más sencilla de hacer entender a una PAS su rasgo. En lo particular siempre me ha gustado poner el ejemplo de la supervivencia de una especie. Hablemos en esta ocasión únicamente de especies animales. La evolución de una especie no depende de la competencia entre los individuos de un mismo grupo, si no de la capacidad de que el aporte de cada individuo sume al colectivo. Otro día hablaremos sobre la Teoría de Juegos que explica muy bien este punto de vista. Mientras…, volvamos al punto de los roles…

Hay animales que, aunque pueden convivir bajo premisas de cooperar en masa, no lo hacen de un modo tan flexible. Un ejemplo de ello son las abejas. Una colmena funciona con cientos y miles de individuos de una forma integrada y coordinada. Los roles están muy bien distribuídos y son capaces de progresar hábilmente en entornos enriquecidos. Pero ante un cambio brusco de su entorno que supone un evidente peligro para su subsistencia, las abejas no pueden reinventar su sistema de interacción de la noche a la mañana y por eso son un ecosistema frágil y susceptible a la extinción. De ahí, que desde hace unos años se difunda tanto en los medios la importancia de proteger a esta especie (que tantos beneficios otorga a la especie humana).

Otros animales como los mamíferos pueden cooperar con mayor flexibilidad pero lo hacen solo en grupos pequeños porque la cooperación se basa en el conocimiento profundo de cada uno de los individuos que forman el grupo. Conocer las fortalezas de cada quien y sobre todo sus debilidades (para no pedirle a un pez que trepe). Un ejemplo de esta organización es el de la manada de lobos. En una manada de lobos cada sujeto conoce su rol, todos saben que no serán guerreros, buscadores, líderes o husmeadores. Pero todos aprovechan la cualidad de cada uno para garantizar la supervivencia del grupo y la posibilidad de adaptarse a cambios bruscos como un invierno excesivamente frío, o el agotamiento de presas en un momento dado. Cuando las manadas se desplazan, en el centro del grupo suelen ir los sujetos de mayor edad o los cachorros y al inicio los más exploradores y al final los más robustos. Y con ello saben que pueden garantizar la subsistencia del grupo y la especie.

 

Lo interesante es que en el caso de los humanos ambas capacidades están presentes (al menos en la teoría). Por tanto, somos capaces de cooperar en masa a través del conocimiento de las fortalezas de cada individuo. Ello permite llevar a cabo planes y estrategias en poblaciones enormes de individuos a través de sistemas de interacción y comunicación (por medio de lenguaje) que nos han permitido cooperar de forma flexible, aunque en el fondo esas personas sean desconocidas. Porque si hay algo que tenemos que dejar bien claro, es que por lo general solemos conocer un porcentaje muy bajo de la vida de una persona. Pero no nos hace falta conocer cada detalle de toda su historia vital para poder interactuar con ella y detectar cuál es su rol en el mundo y cómo ese rol es beneficioso al grupo. O al menos, así debería ser…

Cooperar en masa a través del conocimiento de las fortalezas de cada individuo es algo que al parecer perdimos hace mucho tiempo. Sin embargo, el problema está en que esta pérdida encima fue institucionalizada en el siglo XIX. De hecho, desde entonces arrastramos una piedra cuesta arriba en la evolución como especie y esta piedra es el llamado “sistema educativo”. El sistema educativo actual en realidad se diseñó como un sistema de capacitación (que no educación en sí misma) para afrontar la revolución industrial. En esta época, el objetivo era formar individuos que tuviesen una base de conocimientos mínima para poder desempeñarse en la tecnología que recién se instalaba en las fábricas. Por esto el modelo de aprendizaje penalizaba el error y favorecía el acierto.  Porque un individuo con objetivo de ser empleado en el sistema no podía equivocarse. A mayor capacitación (niveles de formación) se aseguraban puestos de mayor rango en el sistema a la vez que se suponía una mayor estabilidad laboral. De la misma forma, se promovía la obediencia y evitaba el pensamiento crítico, dado que, justamente, el único fin de la educación era convertir a las personas en ciudadanos empleables. Sin embargo, este sistema ya no se sostiene por sí mismo. Y más aún, cuando hemos entendido que el desarrollo tecnológico no es lo que llevará al ser humano al próximo salto evolutivo.

Un documental de 2017 llamado “Un crimen llamado educación”, dirigido por Jürgen Klaric pone en evidencia cómo el sistema educativo actual es hoy más que nunca un lastre para el desarrollo de las personas y sus individualidades. Klaric es CEO de Mindcode International y es un experto en temas de antropología cultural y neuromarketing.  El documental nació de la idea de mostrar al mundo la realidad del acoso escolar-psicológico sufrido por la hija de Klaric dentro del sistema educativo. No obstante, la finalidad real del documental fue averiguar en qué forma los diferentes países y culturas se adaptan a los nuevos tiempos y cómo ayudan a crear o a perder la conciencia sobre el rol de cada persona en el mundo.  A través de entrevistas a agentes sociales, docentes, psicólogos, padres, estudiantes y a especialistas en diversas áreas del conocimiento, los realizadores del documental evidenciaron la situación educativa en algunos países alrededor del globo. Lo que llama la atención del documental son las duras conclusiones con las que se describen a casi todos los países independientemente del sistema político-social, religión o creencias culturales.

Alguna de estas conclusiones destaca que los sistemas educativos mantienen su vieja y clásica esencia, con modelos que castigan el error y matan la creatividad, originalidad y la imaginación. A pesar de los cambios tecnológicos y estéticos externos los modelos pedagógicos siguen siendo obsoletos. ¡Y advertencia! Esto no tiene que ver con los maestros, docentes o profesores. Sino con las políticas impuestas desde quienes aún tienen una visión mercantilizadora de la educación (concebida como mercancía y negocio para las clases altas). Los sistemas educativos en muchos casos anulan y atrofian la capacidad de pensar, exaltan la competitividad por encima de la cooperación y se basan en un modelo centrado en la homogenización de las personas (recordáis lo de cortar a todos con la misma tijera en el mismo patrón).

 

Además, favorecen la exclusión y la alienación de las personas con la finalidad de que pierdan sus rasgos y personalidades (sus roles) esenciales en la vida. De esta manera, se crean ciudadanos indiferentes y manipulables que no buscan más que su propio confort ignorando los valores éticos de la convivencia social. Y ya no hablemos de que los sistemas no tienen en cuenta las diferentes sensibilidades de las personas o sus distintas capacidades y mucho menos las inteligencias múltiples. Y aquí insistimos… No es un tema únicamente de la cara visible del sistema (el docente) ya que desde hace años el mismo sistema se ha encargado de desprestigiar socialmente a los docentes y a su profesión. Pero los padres no sólo no asumen responsabilidades, sino que culpan a los enseñantes, cuando el problema es mucho más profundo. En un análisis particular del documental llama la atención que países, referentes mundiales en calidad educativa (calidad basada en alto rendimiento académico, las famosas encuestas PISA) son los mismos países que cuentan con los más altos índices de suicidio, depresión, falta de cooperación e infelicidad social.

 

Un primer paso para solucionar un problema es reconocer que este problema existe. Estamos viviendo una época en la que ya no podemos “tapar el sol con un dedo” y el problema es cada vez más difícil de ignorar. Por ello, recomiendo encarecidamente ver el vídeo de los II Premios y en especial la ponencia de Toni García Arias que como premio Internacional de Enseñanza te deja todo muy bien explicadito.

 

Pero una vez reconocido, ¿con ese solo acto se soluciona? Pues no. Apenas se da el primer paso. No obstante, UN PRIMER PASO FUNDAMENTAL PARA EL CAMBIO. Es probable que el cambio lleve años. Mientras…, ¡sí! llegar a Marte y lanzarse a la exploración del espacio es un reto plausible para la preservación de la especie. ¿Pero es este el salto evolutivo real que logrará la supervivencia de la raza humana dentro de nuestras propias fronteras cuando la inteligencia artificial no está siguiendo de cerca?

Lorea Zubiaga MD PhD

Ms Neurociencias

Lorea Zubiaga es Investigadora Biomédica y Directora de Formación de PAS España

 

Fuentes:

  1.       Robinson K. Creative Schools: The Grassroots Revolution That’s Transforming Education. Edit. Penguin Random House. 2015.
  2.     Greven CU et al. Sensory Processing Sensitivity in the context of Environmental Sensitivity: A critical review and development of research agenda. Neurosci Biobehav Rev. 2019 Mar;98:287-305.
  3.     Klaric J. Un crimen llamado educación. 2017. Material videográfico.
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